29 jul 2009

DESARROLLO NACIONAL Y UNIVERSIDAD




Henry Day** Presidente de Perú 2021-CONFIER


En la invitación que recibí para asistir a este evento decía que querían escuchar la opinión del empresariado. Por eso, para analizar mejor el tema he dividido al empresariado en dos: el formal y el informal; además, el formal lo he dividido en dos: el tradicional y el moderno, este último más cercano al proceso de globalízación. Como se sabe el sector empresarial está sumido en una dificultosa y larga recesión; esto está afectando mucho el camino hacia la modernidad. ¿Por qué hago una diferencia entre el sector formal e informal? Porque ambos son liderados por empresarios muy distintos, son un concepto, una filosofía muy distinta; además, cada uno mantiene una relación distinta con el Gobierno. Sienten que tienen un papel de liderato en el país también distinto.

Empezaría por decir que el sector informal es el sector más cercano a la economía de mercado, si pudiéramos emplear el término liberal sería el sector más liberal de la economía dentro de la perspectiva económica. Ellos trabajan en una economía de mercado, trabajan en forma muy distante que el Gobierno. El sector formal industrial es el sector más conservador en materia económica, siempre está enfatizando ciertas medidas proteccionistas; claro es el sector más golpeado por la globalízación y por la aplicación del modelo de economía abierta. Este grupo de alguna forma está asociado en el gremio de la Sociedad Nacional de Industria.

Los otros sectores empresariales que conforman la CONFIEP son menos conservadores que la Sociedad Nacional de Industria, producen bienes y servicios en forma más competitiva. No sólo consideran el mercado nacional tradicional, sino que también tienen en cuenta la posibilidad de entrar a otros mercados. Están comprendidas en este sector las multinacionales que vienen con tecnología, las formas de producción extranjera y todas las empresas de servicios, minería, pesca, banca, las AFP, etc. Hoy día este sector es el que contribuye con el sostenimiento del Estado y en alguna forma es el que lidera la economía, así como la política empresarial para el sector formal. Debemos reflexionar acerca de cuál es el rol de cada uno de estos sectores y cuál es la posible visión que tienen con respecto al futuro y dentro de eso analizar cómo perciben ellos las necesidades de recursos humanos, el papel de la universidad y el rol del Estado como facilitador del desarrollo nacional.


Esta reflexión está basada en las experiencias que hemos tenido en la CONFIEP, específicamente en Perú 2021, Instituto de Responsabilidad Social. Los menciono porque son entidades con connotaciones sociales lideradas por empresarios. Se han desarrollado proyectos en el Perú. El Proyecto Visión al Año 2021 es un proyecto que ha englobado más de 2000 líderes a escala nacional. El Proyecto de Educación Descentralizada, actualmente en ejecución, aplica modernos métodos de gestión en escuelas públicas ubicadas en ciudades de provincias. Realizamos un enorme trabajo en lo relacionado al medio ambiente. Esta exposición también se basa en toda la cadena productiva que lleva y conlleva la participación de empresarios y microempresas, la participación que hemos podido tener en el Consejo Nacional para la reforma educativa, así como la realización de foros internacionales que ayudan a los empresarios a entender el tema.

Iniciaría el análisis con el sector informal empleando las palabras de nuestro amigo Montero quien acaba de exponer: "Hay una emergencia en los sectores populares”. Este sector, el sector informal, el sector semiformal, tiene características muy sui generis; utilizaré un poco la experiencia que tenemos en el Parque Industrial de Villa El Salvador.

Para estos personajes, para estos empresarios, el Gobierno está muy lejos, el Gobierno que más cerca sienten es el alcalde. Aunque lo sienten cerca lo perciben como imposibilitado de poder hacer todas las cosas que ellos y su entorno necesitan. Por eso tienen una actitud tan proactiva hacia la solución del problema que si por ejemplo la municipalidad no puede recoger la basura ellos mismos lo hacen y lo hacen con mayor eficiencia. Tienden a transformar todo problema en una solución, en una oportunidad porque saben que los intermediarios encarecen el producto. Es importante el trato directo con el cliente para entenderlo y que éste los conozca y les tenga confianza. Cuando hablan del futuro hablan de un futuro casi como un sueño; pero lo hacen de tal manera que sus hijos entiendan que ese futuro está en sus manos, que el destino en una forma u otra depende de ellos.

Este grupo de empresarios de Villa El Salvador es una pequeña muestra de ese universo de empresarios del sector informal, semiinformal, cuyo universo es el 85% de la economía en este crisol social. Ahí sí hay un crisol social, no se discute ni de política ni de modelos económicos; pero sus integrantes son fieles creyentes de la economía del mercado y aplican conceptos clarísimos de competitividad. Y a pesar de sus escasísimos recursos son altamente competitivos; las iniciativas sociales empresariales que acometen se perciben sencillas y eficaces a los problemas que enfrenta. No llevan sus denuncias al sistema judicial, sino que las resuelven entre ellos con sistemas de arbitraje muy sencillos, de bajo costo pero rápidos. Sus transacciones comerciales las realizan dentro de un marco de confianza; es decir, la confianza que estamos buscando para aplicarla en otros contextos ellos la emplean para hacer transacciones comerciales.

Varias veces he dicho que es el sector más preparado para enfrentar la globalízación no individualmente sino a través de algo que ya mencionó el señor Montero que son los "racimos empresariales", las cadenas productivas; ellos se están preparando para esto. Si hoy en día los formalizáramos haríamos quebrar a casi el 10051o de las microempresas y, obviamente, el problema social que esto ocasionaría sería terrible; pero, ésta es la giran paradoja. Este sector no contribuye con los gastos del Gobierno; pero, sin embargo, permite que una gran masa de desempleados, que son los menos preparados, los más marginados, encuentren trabajo abriendo camino en una economía de recesión. ¿Cómo ven ellos el papel de la empresa, de la universidad? Lo sienten demasiado lejos, sólo lo vislumbran en el futuro de sus hijos; ahí es donde ellos se atreven a decir. "Mis hijos sí irán a la universidad". Dan a entender que ellos ya han perdido esa posibilidad.

¿Qué papel deberían asumir las universidades en estos sectores? Tienen un rol importantísimo el cual es fomentar los valores; creo que las universidades de una forma u otra tienen ese enorme rol en nuestra sociedad. Por otro lado, se tiene la oportunidad de emplear métodos virtuales de enseñanza a distancia que nos permitan, en coordinación con las municipalidades, instruir, proporcionar más información a todos estos microempresarios o empresarios de la microempresa que son cientos de miles. Así, con mayor información pueden hacer mucho más de lo realizado. Creo que aquí existe una enorme posibilidad de establecer nuevas formas creativas de enseñanza; pero no sólo interesante para la universidad en cuanto a recurso, sino que es un riquísimo laboratorio de posibilidades, iniciativas y creatividad.

Hemos dicho que el sector industrial tradicional enfrenta una crisis enorme producto de la globalízación. Yo diría que éste es un tema en el cual ellos o nosotros, los industriales, compartimos culpa porque no nos preparamos con los elementos adecuados. El sector industrial tradicional tuvo un problema existencial. Por eso, o este sector se prepara para enfrentar la globalízación y la competencia dentro de las economías abiertas o irremediablemente va a desaparecer. Las posibilidades de protección que le exijan al Gobierno son simplemente paliativos temporales; este sector requiere modernizarse, si lo logra en el análisis pasaría a formar parte del sector más moderno.

Pasaré a analizar el sector más moderno, el sector empresaríal en el cual existe una gran diversidad, unas son pequeñas, otras medianas. Es el sector que defiende la economía del menudo y tiene la responsabilidad de cargar con el peso del Estado; además, tiene que luchar contra la competencia desleal del sector semiinformal, informal. Eso les impide potenciar totalmente sus posibilidades de competencia. ¿Qué requiere este sector de la universidad? Yo diría que los requerimientos están basados más en la excelencia de los profesionales porque este sector está compitiendo, quiere competir con los sectores abiertos de la economía mundial. Para esto la universidad peruana debería hacer alianzas estratégicas con las mejores universidades. Me imagino a San Marcos realizando alianzas con la Sorbona de París o con la Complutense de Madrid; este tipo de convenios ayudarían inmediatamente a elevar el estándar de la universidad a ese nivel globalizado.

Otro importante receptor de profesionales es el sector público. Es más, debería participar del rol de la universidad y del mercado, así como de la universidad en el futuro; pero esta posibilidad va disminuyendo, especialmente en cantidad, aunque va a aumentar en la exigencia de calidad. Las universidades peruanas deberían ofrecer can-eras de servicio público; las universidades americanas educan e imparten conocimientos a los profesionales para que éstos puedan manejar mejor la cuestión pública. Esto es muy importante para manejar la riqueza que tenemos.

Un gran problema en el Perú es la falta de creación de puestos de trabajo; pero, si queremos ser realistas ni el Gobierno ni el sector empresarial formal moderno están en capacidad de resolver este problema. No van a poder dar trabajo a todos esos jóvenes que al año concluyen sus estudios. El único sector que puede resolver y ayudar a resolver este tema es el sector informal, semiinformal. Esto lo van a lograr mediante el autoempleo, las microempresa y las múltiples variantes que puedan existir. Por eso es tan importante analizar cómo formalizar este sector sin afectar su dinámica ni su competitividad. Debemos ser muy creativos para que ellos participen en la responsabilidad de cargas con el Estado; pero sin que esto les quite, asfixie, su creatividad empresarial.

Para poder realizar lo propuesto líneas arriba también se debería racionalizar el tamaño del Estado peruano. Hay que aliviar todo el tema de tributos, procedimientos de exigencias tributarias, burocráticas, haciéndolas mucho más flexibles. La universidad debe participar con soluciones muy creativas para la creación de empleo; asimismo participar en su doble rol de educar y liderar estas nuevas iniciativas. Tenemos que ser enormemente creativos porque la emergencia del sector informal, el más pobre, es una realidad, pero, además, es el único que nos va a solucionar el problema de mano de obra. Yo diría que el rol de la universidad es vital para el desarrollo, no sólo por su búsqueda de soluciones para los problemas básicos, ¡inherentes a su función educadora, sino por el importante espacio de reflexión, iluminación de nuevas ideas, nuevos caminos. Necesitamos hacer un nuevo Perú, tenemos que adecuarnos al nuevo contexto.

Repasemos algunas ideas que nos permitan hacer un análisis más integral: Actualmente existen muchos centros de enseñanza en todas las especialidades; pero que no han mejorado la calidad de la enseñanza, al contrario la han empobrecido. Por lo general los institutos pedagógicos resuelven mal el tema de la enseñanza. La universidad debería ingresar en estos mercados elevando así la calidad de la competencia. De lo que sí estoy convencido es que los centros universitarios, en este caso San Marcos, deben tener una mayor presencia en la formulación de políticas educativas no para cerrar el ingreso a otros competidores sino, fundamentalmente, para velar por la calidad de la enseñanza. El futuro de las universidades debería estar inmerso en una visión de largo plazo; aquí se debe considerar la articulación de la universidad, las empresas y otros sectores.

El concepto de universidad-empresa es percibido en toda su magnitud cuando uno estudia en otro país. Es increíble la cercanía que tiene la universidad y la empresa no en la injerencia, ni en la producción de conocimientos, sino en el financiamiento de los mismos y en el intercambio de experiencias, posibilidades e ideas que se puedan realizar. Por otro lado, en el Perú es impresionante el distanciamiento existente entre la empresa y la universidad. Éste es un tema que tenemos que resolver en la universidad. El Perú debería estar orgulloso de su universidad.

Invertir en la educación superior es una condición necesaria para que se dé no sólo el desarrollo económico en el país, sino también el desarrollo cultural, el cambio de los modelos mentales. Estos cambios nos van a llevar a la integración nacional que todos buscamos. Pero, con relación a la diversidad corresponde al Estado y a la sociedad civil compartir los costos. Diría que no existe para el Estado una inversión más reditual que la inversión en la educación. Las universidades también deben asumir el gran reto de buscar la máxima eficiencia, así como métodos para autogenerar sus recursos. Tienen que promover un mayor acercamiento con el sector productivo nacional e internacional para entender mejor las necesidades generales, los estándares requeridos; pero, fundamentalmente, para producir investigación y manejo de tecnología de punta. Sin estos dos factores la universidad pierde uno de los grandes atractivos, una de las grandes posibilidades de atraer a las empresas, de seducir a los inversionistas y de conseguir convenios con otras universidades.

La proliferación de centros de enseñanza se debe realizar con mecanismos que vigilen la adecuada calidad. No podemos mantener como sociedad a una serie de centros de enseñanza que realmente son de muy baja calidad; tendríamos que crear algún sistema de acreditación institucional, quizá alguna evaluación integral de auditoria. Asimismo, crear y entender que la rendición de cuentas es una parte intrínseca del quehacer nacional. Las tendencias en el desarrollo universitario actualmente, como lo percibimos, pueden agruparse en tres expresiones: la considerable expansión cuantitativa, la diversificación de las estructuras internacionales de los programas y formas de estudio y las restricciones financieras.

La expansión no ha sido acompañada por un sistema de formación y evaluación, es decir no existe un sistema que evalúe, informe y supervise la calidad de los servicios, los resultados académicos, de sus egresados, la opinión de los contratantes, la calidad de la investigación de los proyectos, las alianzas con otros posibles centros que permitan una movilidad. Nuestros alumnos universitarios deberían poder estudiar como en Europa, es decir, seis meses en un sitio después se van a otro, regresan, se van a París, a Madrid. Esto les crea una cantidad de conocimientos y experiencias enormes.

El informe de estos resultados es interesante para los posibles inversionistas de los proyectos, en los servicios que puedan tener; pero, también porque así el Gobierno puede hacer una asignación de recursos más justa ya que los criterios deben ser dados basándose en resultados, en la excelencia. Actualmente las universidades son más complejas, pero esto no ha redundado en la calidad de los estudios. Si analizamos lo que invierten los Gobiernos de los países de América Latina en las universidades veríamos cuáles son nuestros terribles problemas. En el Perú, según los datos que tengo del 94-95, el Gobierno invirtió 351 dólares al año por alumno; en Brasil, US$ 5793; Venezuela, US$ 2821; Colombia, US$ 2293; Argentina, US$ 1995; Chile US$ 1885, etc. Dentro de las prioridades del Gobierno peruano las universidades han sufrido una reubicación; pero no para arriba sino que han bajado de ubicación. La universidad pública requiere programas de investigación científica, tecnología para que se reevalúe su propia posibilidad no de subsistencia sino un rol fundamental en la sociedad peruana.

Existen algunas universidades estatales que han logrado financiar parte de sus déficit con proyectos y programas rentables de calidad realizando convenios con empresas. Entre ellas tenemos la Universidad San Agustín de Arequipa, la Universidad de Cajamarca, la misma UNI. Creo que ése es un camino que hay que tomar con cuidado para no desvirtuar la naturaleza, la esencia de la universidad ya que así se pueden hacer muchas cosas.

El rol de la universidad es insustituible y que la calidad de su enseñanza es la que, de una forma u otra, le va a dar la calidad del contexto empresarial. Son los profesionales que salen de la universidad los que finalmente dan la calidad a las empresas; no es el hardware, es la razón. Al estar en un mundo globalizado, los empresarios debemos entender que tenemos que contar con los mejores profesionales, tan buenos como la calidad de aquellos mercados en los cuales competimos o que vienen a competir en nuestro medio. Finalmente, para terminar, creo que la educación es el mejor camino, el insustituible camino para producir equidad en la sociedad.

1 comentario:

MonteroV dijo...

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/libros/Historia/Dialogos_inst_I/Desarrollo.pdf
Aki lo pueden encontrar tambien. Gracias por subirla karlitos