29 jul 2009

DESARROLLO NACIONAL Y UNIVERSIDAD


Víctor Montero** Ex Viceministro de Industria.



En el medio universitario, empresarial y social tenemos que escarbar mucho más para que al final las respuestas puedan ser valederas, sostenidas y trascendentes para la mayoría de nuestros compatriotas. En este sentido vamos a tratar de proyectarnos. Hoy en día la última isla se halla interconectada a todo el escenario del planeta de manera que ya no es fácil estudiar de modo autárquico cualquier sociedad en el escenario mundial. Entendamos qué es el Perú en términos del producto bruto interno mundial (PBI). En términos cuantitativos es el 0,2%; preguntémonos después ¿tenemos alguna injerencia que pueda ser así atendida, que pueda ser objeto de diálogo, de negociación y de conclusiones? Probablemente no.

Tenemos que comenzar a generar espacios cada vez más amplios para que esa fuerza colectiva tenga oportunidad. Quisiera mencionar algo porque no podemos desconocer esta realidad, así como no podemos desconocer la dirección de los vientos y de los mares. Pongámonos exactamente en un velerito, si sabemos reconocer esas reglas, esos principios producto de esa experiencia, de esas direcciones, corrientes de viento, ese velerito podrá Regar a su destino. Igualmente, debemos entender que nuestra economía es un velerito y como tal tenemos que aprender a manejarlo, tenemos que lidiar realmente con esos vientos para poder tener éxito.


En esa difícil y delicada misión de salir de este atolladero, lo segundo es que el mundo desde hace veinte o treinta años ha comenzado a utilizar una tecnología la cual ha ido cambiando sustancialmente el quehacer económico de los tiempos pasados; en menos de treinta años estamos hablando de dos eras tecnológicas. Hoy en día tenemos la telemática, la informática, los servicios de comunicación, de transporte los cuales son tan importantes en el escenario planetario que han cambiado todo el cuadro general del orden que existía en el pasado. Antes había una bipolaridad, hoy hablamos de una tríada y de nuevos centros potenciales que aparecerán para competir con los anteriores; por eso tenemos que comenzar a utilizar más y más cada día esa tecnología de punta.

Samir Amin, candidato a Nóbel, nos dice que en el mundo las economías más adelantadas ya muestran una serie de indicadores que permiten hacer críticas sostenidas para ver cómo vamos a manejar nuestro velerito. Se establecen monopolios en nuestro planeta y, particularmente, en estas siete economías de mayor alcance tanto productivas como comerciales. Existen monopolios en la información, la tecnología, las finanzas y en las armas. Ese mismo estudio de Samir Amin nos dice lo siguiente: "Se está advirtiendo que van apareciendo cada vez con perfil propio en todos los escenarios de todos los países del planeta y principalmente en los llamados subdesarrollados, la emergencia de los sectores populares cada vez adquiere fisonomía propia y no debemos verlos como amenaza”.

Veámoslo como que tenemos la universidad, el sector empresarial, el político y los sectores populares para conducirlos al mejor tipo de solución y poder encontrar respuestas a las necesidades fundamentales de toda la sociedad peruana. En el plano latinoamericano aquello que nos agrede es también común a la mayoría de los países de América Latina, por no decir de todos los países subdesarrollados. Rosenthal, de la CFPAL, quien estudia América Latina, dice que la globalización ha generado un cambio de giro en el contenido y dirección de la política pública. Es decir, se da una política con un concepto más amplio donde también se incluyen aspectos sociales; además, tiene que irse creando un nuevo escenario para el desarrollo del capital privado. El sueño ya no es la sociedad industrial; estamos en un escenario cualitativo y cuantitativamente distinto. Tenemos que entenderlo no para estar de acuerdo con él, sino para que una vez que lo conozcamos hagamos la crítica y generemos aquellas posiciones que realmente sirvan para sustentar políticas que nos beneficien.

Los países desarrollados cuentan con proyectos para participar en este proceso de globalización, nosotros no! Nuestro sector empresarial tiene que advertirlo y comprenderlo. Esas políticas a las cuales nos referimos se dejan llevar por las señales de mercado. Eso de economía liberal corresponde a la sociedad industrial. Hoy en día estamos hablando de otro tipo de concepción en cuanto a lo que es el modelo en el ámbito mundial; así como lo que es el contenido del diseño de las políticas. Lo primero que buscan estas nuevas políticas es una buena calidad en la gestión macroeconómica; pero miren la parte final, esta política macroeconómica para ser buena tiene que ser coherente.

En segundo término no tiene que apartarse de su dirección, no sirven los retrocesos. ¡Acuérdense!, el Perú inició esta experiencia en 1980, se detuvo en el 82, quebró la economía en el 83, acuérdense las señales de la historia. Aperturamos, quisimos generar un proceso por el cual nuestros sectores productivos, empresariales buscaran un nuevo aprendizaje en la competencia y competitividad que era un fenómeno nuevo en ese tiempo; pero, nos detuvimos y el costo fue alto, decrecimos a menos de 13% en el 83.

Actualmente buscamos mantenemos en la dirección apropiada; además, mantener algo que ha ocurrido sobre todo en la década del 90: se armoniza lo fiscal con lo monetario. Esto es, ya no camina cada uno por su lado sino que hoy en día van entrabados. Pero, la prioridad de todo este diseño está en una convivencia con la estabilidad, adiós a la inflación para América Latina, no estoy diciendo para el Perú. Todos los países buscan que la inflación sea de un dígito y cuanto más se acerca a esto se está más cerca del éxito, acuérdense de ese detalle. Esa política posteriormente tiene que pagar un costo adicional que es el que todos estamos esperando.

Las políticas económicas tienen dos efectos, según la visión neoclásica keynesiana: precios y empleo. En América Latina los países crecen al 3%, pero este crecimiento es insuficiente para generar empleo. No podemos tener menos del 3 % de crecimiento. Tenemos que desarrollar un esfuerzo conjunto, unitario, convergente para que el crecimiento sobrepase por lo menos el 5%. Hemos previsto crecer 3 % de manera que eso no es suficiente. En la carta de intención al Fondo Monetario se indicó que el crecimiento para el próximo año, sin considerar las agresiones de la naturaleza, iba a ser del 5%. Por eso debemos considerar estas variables exógenas, pero tenerlas en cuenta en nuestra dinámica diaria de la vida social y económica. En todo caso, en esta nueva etapa hablamos de cuando América Latina pasa la década perdida y entra a este nuevo escenario y acceda a los mercados de capital.

Pero no crean que todo lo que brilla es oro. Esa venida de capitales primero genera una disponibilidad de divisas que va más allá de nuestros requerimientos normales porque estamos abandonando un modelo e iniciando otro que no conocemos. Por lo tanto tiene que haber un cambio en las capacidades instaladas, en la tecnología, en la preparación de cuadros gerenciales, en la preparación de los trabajadores, en la preparación del consumidor, etc. Pero, como todavía no hemos logrado ese traslape, genera el que por ejemplo una colocación de bonos realizada recientemente haga que nuestra moneda se deprecie. Al depreciarse el tipo de cambio genera que demos más soles por cada dólar; por lo tanto, producir íntimamente para nuestro consumo o exportación es mucho más caro. Así, las importaciones fluyen fácilmente hacia nuestro mercado.

Lo bueno en un sentido es malo en otro sentido.

Si del exterior llega con facilidad mercancía más barata agrede nuestra capacidad productiva nacional, atenta contra las opciones de ingresos, perjudica las opciones de empleo, pero según esta política lamentablemente vamos por esa dirección. Entonces, tenemos que criticar que en América Latina la tasa de 3% no es la que buscamos; tenemos que ir mucho más arriba. También tenemos que entender los excesos de la oferta de divisas; sin embargo, también va a agredir al escenario productivo porque se deprecian nuestras monedas.

Hay algo que ya se había advertido, pero que Colombia, Chile, Méjico sí lo están explotando y lo están haciendo bien: el mercado latinoamericano. Tenemos que encontrar en él respuestas concretas a las posibilidades de mantenimiento y crecimiento de nuestras empresas. El mercado latinoamericano es apetitoso en el camino de las soluciones. Ojala América Latina se hubiera unido; seríamos la cuarta potencia del planeta. Y dentro de ese espacio nuestros empresarios podrían diseñar su modelo de ampliación, de innovación de capacidades productivas. Pero estamos haciendo la integración al detalle, poco a poco. Por ejemplo, el mercado latinoamericano es de por sí apetitoso.

Si juntáramos el área comprendida entre Río Grande hasta la Patagonia seríamos la cuarta potencia del planeta. Es decir, primero sería EE.UU., segundo Japón, tercero Alemania y cuarto América Latina. Pero hacemos el Caribe, el Común Centroamericano, la Comunidad Andina, el MERCOSUR, el Capricornio, es decir, nos unimos de a pedacitos; eso no nos da buen resultado. De una vez por todas tenemos que dar ese gran paso y en ese escenario, con esa capacidad de negociación otros pueden ser los resultados.

La parte de intermediación financiera definitivamente no ha caminado como nosotros queríamos. Estudiamos mercados de otras latitudes y vamos a encontrar que el sistema financiero es la sangre del sistema económico. Nuestro sistema financiero actual tal vez sea uno de los mayores obstáculos que podemos encontrar para que las soluciones se concreten en el plano de la inversión, producción, de los ingresos así como en el plano del empleo. Realmente todavía falta mayor preparación en nuestros organismos reguladores y en la caja fiscal la cual nos muestra déficits manejables, superávit.

Por ejemplo, actualmente tenemos reservas internacionales del orden de una capacidad de importación correspondiente a diez meses cuando deberíamos tener, según nuestro acuerdo del 49 con el Fondo Monetario Internacional, una y media veces nada más. Sólo esa cantidad deberíamos tener para satisfacer nuestras importaciones no más de eso; pero, tenemos diez veces casi seis veces más de lo necesario. Pero cuál es la respuesta interna, eso también debemos averiguar. En realidad todavía existe mucha fragilidad por más que se nos muestren resultados cuantitativos todavía favorables.

En América Latina la equidad social está realmente en una situación grave, crítica; se da una excesiva concentración. Acuérdense que las sociedades explotan cuando la concentración es excesiva y cuando ésta no cree en el sistema judicial; entonces, la sociedad sale al frente porque no tiene mecanismos que le dan garantía de un mañana mejor. En América Latina esta equidad es objeto de trabajo permanente. Desde el año 1998 el Banco Mundial consideró que ése era el centro de atención de las economías del mundo. No podía seguir manteniéndose el orden distributivo de los periodos anteriores, es decir, la pobreza.

En una consultoría un colega me dijo: "El día que la pobreza sea un negocio todos nos dedicaremos a ella" y parece que la pobreza es hoy un negocio. Los indicadores sociales en el periodo republicano han hecho que el 80% de los peruanos estén en situación de pobreza; tenemos que criticarnos muy severamente. Debemos cambiar la dirección de las medidas políticas para que estén acordes con las señales del mercado; tampoco estamos en otra dirección. Luego, este tipo de inequidad genera inconformidades, tensiones sociales, tanto es así que un tema del cual hablamos hoy en día es el tema de la seguridad ciudadana.

Ahora nos referiremos a lo expuesto por el CEPAL, concretamente lo dicho por Rosenthal acerca de lo que es el camino para todas las economías latinoamericanas, desde Méjico hasta Argentina. Nos dice que tenemos que seguir con la gestión macroeconómica, coherente y estable; asimismo debemos buscar precios reales los cuales garanticen la buena administración de los factores productivos; pero qué decimos en general los que vamos a hacer crítica en el camino, al camino escogido: el mercado no resuelve todo y la Constitución peruana habla de una economía social de mercado.

Entonces por qué razón, por qué motivo el mercado no trata la modernidad productiva, por qué no resuelve el problema de la equidad, de la injusticia social en el reparto de los ingresos. La globalización exige que nuestros sistemas productivos aumenten de un modo que ni siquiera conocemos. Este tipo de resultado nos indica que la productividad por persona se eleva muchísimo en el campo y en la ciudad. Tenemos que elevar nuestros índices de productividad a niveles hasta ahora desconocidos por nosotros. Lo hemos visto en Chile, en caso de Cercotel; en el Perú había una ceniza, pero se fue diluyendo en el camino. Tenemos que restaurar ese tipo de preparación de cuadros, de técnica, de relación con la empresa del campo y la ciudad.

Ciertamente es necesario levantar los indicadores de productividad por persona empleada, posteriormente tenemos que hacer lo mismo en el sector servicio. Esta gestión macroeconómica señalada es la que se debe seguirse en América Latina. No sólo se tiene que atender al mercado sino que tiene que comprender políticas especiales; pero, que éstas hablen el mismo idioma, es decir, que sean compatibles con las señales de mercado. Además, se tienen que conformar instituciones u organizaciones las cuales permitan que las políticas especiales lleguen a los sectores sociales. Todos estos aspectos nos llevan a buscar que las empresas se modernicen.

Si observamos la política americana nos daremos cuenta que ha optado por dos cosas sencillas desde que el señor Reagan fijó, por el año 84, cuál era la base de su política la misma que aplicó Clínton: Ayudar que las empresas tengan éxito y que éstas cambien de tecnología. En esos dos aspectos el Estado está detrás apoyando a las que tienen éxito. Cómo las apoyan, dándoles infraestructura, una economía externa. Aquí entra el papel de la universidad proporcionando conocimientos para que las empresas los apliquen en el plano productivo.

De esta manera la empresa puede investigar y hacer innovaciones; de aquí nace la relación universidad-empresa. Con esta medida las empresas mejoran su capacidad de colocación de ofertas en el mercado. La otra opción que se les da a las empresas norteamericanas es obligarlos, mediante el Estado y las presiones tributarias, para que realicen innovaciones tecnológicas. Estos dos aspectos los hace ser la economía líder en el planeta. Opuestamente, la forma de entrar en crisis, como la rusa, mejicana, brasileña, argentina es no cambiar de tecnología. Por eso, los peruanos tenemos que tomar conciencia y cambiar de tecnología, si es cuanto antes mejor. Esto nos va a permitir adecuarnos a este nuevo escenario del mercado, pero al final el mercado ayuda a resolver casi todo.

Otro tema es la explotación de los recursos naturales. No vamos a volver a los años 50 donde se explotaban los recursos naturales para obtener materia prima. La clave en los tiempos actuales es darle el mayor valor agregado posible a un producto; pero, buscando la competitividad. Ser mejor que el mejor al menor costo posible y que el producto que pongamos en el escenario mundial sea de calidad: ésa es la regla, tan sencilla. Esta regla americana, además de la chilena, la cual consiste en darle transformación a cuanto producto se tenga, nos proporciona más ventajas para competir en el mercado actual. Así, podemos dar más empleo para sobrepasar ese 3% que se viene logrando en América Latina. Aunque, les digo que esto no es suficiente, tenemos que crecer al 5% ó 6%.

Además, otro tema importante, relacionado con lo anterior, es que las empresas no pueden estar aisladas ya que con ese soporte telemático e informático actual lo que prevalece y tiene éxito en el escenario mundial y latinoamericano son las cadenas productivas organizadas como redes; ya no hablemos de PYMES esto es para resolver problemas de empleo con criterio social, si queremos darles sentido económico tenemos que articularlas. Es aquí donde voy a resumir mucho por cuestiones de tiempo. La universidad tiene que ajustarse a los grupos de productores y a la banca de tal manera que estas tres aristas sean las que generen una capacidad productiva para ir al escenario mundial. Nosotros sí podemos acceder a la información; tenemos la capacidad técnica que no tiene el grupo productor; nosotros sí podemos darle todos los conceptos básicos de dirección, de gestión, organización, productividad. Por ejemplo, Alemania funcionó así en la década del 50.

La universidad tiene que cumplir un papel clave, estratégico en esta nueva forma de entrar en el mercado; aquí los recursos naturales no sólo van a ser extraídos y luego puestos en barcos para ser llevados al exterior. ¡Ya no! Al cobre tenemos que darle grados de transformación cada vez más específicos como lo hacen nuestros colegas del sur; el blister se debe quedar en el camino. Ésa es sólo una parte pero ahí vamos generando empleo con un producto que tiene demanda mundial.

Lo que sigue es la sustentabilidad ambiental, los 26 mi1lones de peruanos tenemos que cuidar el medio ambiente. ¿Por qué razón? Porque el mundo comprador nos va a exigir para efectos de hacer comercio internacional, que cumplamos con las normas ambiéntales. No es sólo nuestro deseo, vocación y compromiso. Quien nos compra nos va a exigir estos requisitos, si no cumplimos con tomar medidas preventivas sencillamente nos van a cerrar sus mercados y lo que queremos es precisamente todo lo contrario. Ya les dije que somos una economía tan pequeña y tenemos un Estado y una administración pública que todavía corresponde a una sociedad industrial, por eso es que pesa el 20% del PBI peruano. Tenemos que cambiarla, es decir, su organización, funciones, la preparación de sus cuadros; de repente necesitamos una administración pública de 1871, 20% sino que pese 10% ó 12%. Nuestra preocupación fiscal sería otra; se imaginan computarizar, poner red telemática entre los 1850 municipios distritales, entre los 200 municipios provinciales.

Hemos trabajado 500 años en la descentralización; pero olvidémonos de ella y vayamos a la federalización. En todo caso federalicemos al país ¿acaso las economías más avanzadas del planeta no están federalizadas?~ ¿acaso las economías intermedias como las vecinas no están federalizadas? Vayamos a la federalización, de esa manera tendremos resultados concretos. El mejor mercado que tiene hoy en día Colombia es el mercado latinoamericano; por eso para qué apuntar al mercado europeo, asiático y norteamericano. El propio mercado latinoamericano crece del 6% al 7% anual, entonces vayamos a ese mercado el cual tiene menos exigencias de calidad. Además, es un mercado donde nos podemos comunicar en nuestro propio idioma, donde podemos convencerlos realmente de las bondades del producto.
Existe un mercado interesantísimo para nosotros, si no nos unimos desde Río Grande hasta la Patagonia por lo menos seamos complementarios con la economía brasileña. Ellos no tienen nuestros productos; además, podemos acceder a muchas de las cosas que tecnológicamente ellos ya poseen. Podemos venderles, de repente, menestras, flores, bronce, hilo pyma de alpaca: todo lo que no tienen. De los 160 millones que son, con venderles sólo al 50, 16 ó 10% sería un giran mercado; se imaginan y son nuestros vecinos. ¿Ustedes creen que los mejicanos no ven la economía latinoamericana con estas perspectivas? Nosotros estamos comenzando a descubrir que Brasil es un excelente mercado para nuestros productos; sino observemos a los vecinos del Acre, de Rondonia, de Matogrosso, de Amazonas, todos ellos tienen una capacidad de, compra increíble y los ignoramos olímpicamente. No preparamos cuadros, no preparamos empresarios agresivos que inviertan para así ir tejiendo esa relación por que la verdad es que los estamos ignorando.

A los bolivianos les falta truchas para colocarlas en el mercado brasileño, no les alcanza... ¿Y nosotros? ¿Cuánto vendemos en este momento? La verdad es que no pasamos los 10 millones de dólares. Chile está sobre los 85 millones de dólares, entonces algo nos está faltando; es necesario que desde la universidad, junto al sector empresarial, nos comprometamos para apoyar las gestiones económicas. Tenemos que cumplir una misión la cual es salir adelante, tratar de resolver el problema de la mayoría de los peruanos. Ahí tenemos un potencial increíble para hacerlo. Volvemos al tema de la equidad, pero aquí se da una coincidencia ya expuesta. En América Latina se ha planteado de manera concreta que el gasto social tiene que ser prioritario y muy particularmente en educación y salud que son los sectores claves hacia donde tiene que dirigirse el porcentaje del gasto público. Lo que se quiere es incorporar a los estratos mayoritarios en los beneficios del crecimiento; no pueden quedarse anclados, no pueden estar de espaldas a la realidad participativa para sacarle provecho.

En cuanto a la transmisión de democracia en el ámbito mundial los sectores populares son mejor reconocidos. En América Latina tienen cada vez más organizaciones por eso, junto con los sectores de organización gremial conocidos, están tratando de obtener otras medidas, éstas son la orientación del gasto público. Si visualizamos una administración pública menos grande vamos a poder tener los recursos necesarios para que estos sectores vayan atendiendo sus propias necesidades, pero organizados en cadenas productivas. Además, con una universidad que les proporcione tecnología podremos hasta tentar ir a otros mercados y no quedarnos encerrados en los confines materiales; tenemos que salir de esas limitaciones.
Para terminar quiero señalar que el Perú debe, en definitiva, alentar los sectores con tengan potencial de desarrollo y se puedan ubicar mejor en los mercados latinoamericanos e internacionales. En la Selva peruana las comunidades nativas tienen su propia ley de promoción; ahí tenemos tres millones de hectáreas siete meses al año, los egipcios con un millón de hectáreas miren todo lo que lograron en el pasado. En las comunidades campesinas, en la parte alta andina, se cuenta con cinco millones de personas integradas en archipiélagos verticales, es decir, se tiene una capacidad increíble para producir, precisamente lo que está requiriendo el mundo de hoy. Ya no se necesitan productos con fertilizantes ni productos sintéticos, sino con abonos orgánicos y los tenemos. Hemos conservado intactas esas zonas para atender requerimientos y demandas ni siquiera latinoamericanos, sino del mercado más sofisticado del mundo.

El sector pesquero tiene su mercado, una estructura de comercialización, producción y desembarque. Hablemos solamente de la pesca artesanal. Aquí la universidad tiene que desarrollar nuevas tecnologías de embarcación, de capacidad de captura; emplear el satélite con su GPS para detectar la biomasa, los puntos de desembarco, los puntos de frío, la posextracción para así transformar los productos y no se pierdan. Pero, debemos hacerlo juntos para comenzar a colocar productos que tienen mercados, como por ejemplo las proteínas que tienen mercados amplísimos. De esta manera se obtendrán opciones de inversión, de producción y como consecuencia de ello opciones de empleo. Nuestro país sí puede tener una gran capacidad para generar productos. Tenemos que dejar atrás la política económica para entrar en la economía política de nuevos recursos.

Debemos tener hombres preparados para explotar las alturas, el Rano. Tenemos que desarrollar una concepción distinta de la explotación, del agro. La tierra no es un objeto privado, sino que es un objeto social, por lo tanto tiene que ser explotada en proporción óptima, probablemente en la Costa. Pero, si no se tienen 50 hectáreas es mejor no explotarla porque es una convivencia con la pobreza y con la necesidad. Esto no quiere decir que vamos a quitar tierras, sino que se tiene que organizar a los sectores sociales para poder producir.

Contamos con un clima óptimo para producir; este factor es mucho más importante que la tierra. Debemos comenzar a entender este potencial increíble. ¿Se imaginan esa corriente fría al lado de la Costa? Es como tener abierta la parte alta del refrigerador, ¿cuánto costaría esto?; pero nosotros lo tenemos gratis, es parte de nuestra realidad geográfica. Las universidades tienen que investigar y saber de semillas, así como de técnicas agrícolas, de riego, de producto, de transformación, de poscosecha, poscaza porque tenemos que proporcionarle a nuestra sociedad la capacidad organizativa que requiere. Las acciones individuales quedan cortas en el camino. Juntos si podemos salir, juntos sí podemos ingresar a ese escenario voraz, en términos competitivos, juntos, solidariamente ya que éste es el siglo de la solidaridad y los peruanos tenemos que ingresar a él cuanto más rápido mejor.

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