Hoy quiero reflexionar junto a los amigos candidatos de mi tierra adoptiva y querida Camaná. Estoy escuchando por las diversas radios de la localidad y francamente dejan mucho que desear los comentarios de algunas personas y la condescendencia sospechosamente lenta de los periodistas que moderan estos espacios radiales. Y digo lenta, porque parecería que ellos son los únicos ganadores en estas elecciones municipales y regionales 2010. Lógico, además de otros ganadores que tambien se apuntan: escuché por el mercado comentar que un pintor le decía a su compadre "estoy sacando 300 soles diarios", uff, será cierto?, puede ser, cada pinta de candidato cuesta 80 a 120 soles de acuerdo al tamaño. Así hay negocio para algunos sectores coimo ferreterías que estoquean de pintura de todos los colores, especialmente roja, los periodistas que cuánto cobrarán por cada spot de candidato??? Los que hacen las canciones!!!, sí!! tambien están "rayando", pues cada cancioncita estan cobrando entre 50 soles a 80 soles, los que venden CD, los estudios que hacen música y spot, la TV (canal 5 y canal 7), los cantantes que animan las presentaciones de locales, aperturas y mítines, uf, que buen negocio.
Pero ésto es lo de menos lo que quiero hoy recalcar es lo que está sucediendo con la población: hay personas que por unos cuantos soles se presta para todo esto. Insulta y llama porque es partidario de un candidato, llama para insultar porque no es santo de su devoción.
Los locales de campaña se han convertido en receptoras de información radial y de inmediata respuesta, pero bueno fuera, respuesta positiva, no señores, son respuestas plagadas de insultos y de imporperios contra el adversario sin tener pruebas, eso amigos no se hace!.
Les recomendaría leer el libro de Sun Tzu " El arte de la guerra", y es que señores a travez de siglos, este libro prevalece y ha sido leído por cuanto líder haya tenido nuestra historia.
Sun Tzu fué un general chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo. La colección de ensayos sobre el arte de la guerra atribuida a Sun Tzu es el tratado sobre dicho tema más antiguo que se conoce. A pesar de su antiguedad, esta obra domina sobre cualquier otra sobre el tema.
La obra de Sun Tzu llegó por primera vez a Europa en el periodo anterior a la Revolución Francesa, en forma de una breve traducción realizada por el sacerdote jesuita J. J. M. Amiot. En las diversas traducciones que se han hecho desde entonces, se nombra ocasionalmente al autor como Sun Wu o Sun Tzu.
El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra descansa en estos dos principios:
Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño.
El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar.
Las ideas de Sun Tzu se extendieron por el resto de Asia hasta llegar a Japón. Los japoneses adoptaron rápidamente estas enseñanzas y, posiblemente, añadieron algunas de su propia cosecha. Hay constancia de que el principal libro japonés sobre el tema, "El libro de los Cinco Anillos", está influido por la filosofía de Sun Tzu, ya que su autor, Miyamoto Mushashi, estudió el tratado de "El Arte de la Guerra" durante su formación como Samurai.
Habitualmente se hace referencia a las culturas orientales como culturas de estrategia y no es pequeña la influencia de Sun Tzu en este desarrollo cultural.
Hoy en día, la filosofía del arte de la guerra ha ido más allá de los límites estrictamente "militares", aplicándose a los negocios, los deportes, la diplomacia e incluso el comportamiento personal. Por ejemplo, muchas frases clave de los manuales modernos de gestión de empresas, son prácticamente citas literales de la obra de Sun Tzu (cambiando, por ejemplo, ejército por empresa, o armamento por recursos, sin ir más lejos). Las ideas siguen siendo completamente válidas a pesar de los 25 siglos transcurridos desde que se escribieron.
Por eso amigo de Camaná, yo les pido que se refleccione y se vote a conciencia por la persona que no solo sea el buen vecino, boncahón y amiguero, o que acude a todos los velorios que hay en Camaná, o que ahora da la mano a todo cuánto se le acerca, o saluda con besos a la canillita y a la señora del mercado que se gana sus frejoles día a día, mirando injusticias a su alreedor.
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